El desplome del precio de las materias primas (alimentos, minerales y especialmente el petróleo, que la pasada semana se situó por debajo de los 36 dólares), los desequilibrios macroeconómicos y la desmesurada inflación en algunos casos han sido el caldo de cultivo perfecto para que la crisis que se llevaba gestando desde hace varios años en Latinoamérica saltara por los aires a mediados de este ejercicio. El Fondo Monetario Internacional prevé que el PIB de esta región cerrará este año con un retroceso del 1,5% y el que viene acumulará otro del 0,3%, arrastrado especialmente por la recesión en Brasil, la economía más grande, y la parálisis institucional y social en Venezuela. Solo este año el PIB venezolano podría caer un 10%, según los vaticinios del organismo dirigido por Cristine Lagarde.

De ese contexto de deterioro se salvan pocos países y entre ellos sobresale Paraguay, que será el que más crecerá de la zona, con avances del 3,5% este año y el que viene. ¿Cuál es el secreto? Carlos Fernández Valdovinos, presidente del Banco Central de Paraguay, destaca la consecución de estas cifras en un contexto especialmente adverso. “Es fácil crecer cuando la región crece, pero el gran mérito de Paraguay es crecer diez veces más que la región en una coyuntura en la que Brasil se contrae un 3% este año y un 1% el que viene. El secreto es que pese a la alternancia de gobiernos de derechas y de izquierdas, ninguno ha abandonado las políticas macroeconómicas serias. Excepto este último año, justificado por el mayor gasto en infraestructuras, el resto ha habido superávit fiscales”, remarca en una entrevista concedida a CincoDías.

El descontrol de los precios ha sido otro de los grandes desequilibrios que ha condenado a un empobrecimiento endémico a muchos países. La inflación media cerrará en torno al 15%, según vaticina el FMI, y en algunos países llegará a límites inasumibles en economías desarrolladas como enArgentina (25,6%) o en Venezuela (204,1%). “Nuestro esquema de inflación está marcado con un objetivo y no por una una banda de fluctuación. Muchos países lo fijan en función de este último parámetro y esto lleva a que muchas veces se vayan a la parte más alta de la franja. En este momento el objetivo es el 4,5%, con el objetivo de ir reduciéndolo de forma pausada para llegar a los niveles de los bancos centrales más desarrollados (3%)”, remarca Fernández Valdovinos.

El menor peso de las materias primas

Pero si hay algo que diferencia a Paraguay frente al resto de países de la zona es la diversificación de la economía, hasta hace pocos años muy centrada en materias primas alimentarias. “Antes eramos exportadores netos de materias primas, ahora le estamos dando mayor valor agregado. Ahora no solo exportamos soja, sino que también aceite y harina de soja. En lugar de ganado ahora vendemos carne procesada o congelada. Todo ello nos ha llevado, pese a lo pequeño que es, a convertirnos en primer exportador mundial de azúcar orgánica, el quinto exportador mundial de carne, el décimo de trigo o el cuarto de soja”. ¿Y eso no ha afectado a los ingresos públicos tal y como ha sucedido en otras grandes economías productoras de crudo como México o Rusia? El presidente del Banco Central de Paraguay remarca que no, ya que el sector público no participa en el proceso. “La soja, por ejemplo, está siendo producida por el sector privado, así que el impacto fiscal es muy pequeño”.

El salto cualitativo, sin embargo, se ha producido con la introducción del régimen de maquila, similar al que tiene instaurado México con EE UU y que ha convertido a un país de reducidas dimensiones en la fábrica de Brasil. “Las compañías brasileñas se están dando cuenta de que Paraguay es un país predecible y con menores costos. El precio de la energía es un 40% más barato y la mano de obra está muy bien formada y su coste es mucho más bajo. Alguna de las industrias brasileñas instaladas en Paraguay tienen ya la misma productividad que Corea”, subraya.

Fernández Valdovinos relata que la carga tributaria para las empresas en Brasil está en el entorno del 35% o del 40% de la base imponible, mientras que en Paraguay tan solo llega al 1% sobre ventas. ¿Y no ha resentido la producción con la fuerte contracción brasileña? “No. La maquila no solo trabaja para Brasil, sino que tenemos otros contratos en Francia o en otros países asiásticos, que hacen que el total de producción siga subiendo, que se estén conquistando más mercados y que las exportaciones de maquila sigan subiendo a un ritmo elevado, un 18%. Ahora se ha instalado Riachuelo, que es una empresa de la distribución del tamaño y de la importancia del Corte Ingles en España”, destaca.

¿Mercosur o Alianza del Pacífico?

Latinoamérica se ha fragmentado en dos grandes bloques comerciales. Por un lado, seis naciones (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia) están integradas en el Mercado Común del Sur (Mercosur). En el otro surge con fuerza la Alianza del Pacífico, conformada por Chile, Colombia, México y Perú, de la que Paraguay tiene estatus de país observador por ahora.

El presidente del Banco Central de Paraguay considera que es un momento ideal para buscar sinergias entre ambos bloques. “Mercosur fue un movimiento mucho más político, con una unión de países similares con producciones similares. Veo la Alianza del Pacífico como una gran oportunidad para unirnos finalmente. Paraguay ya es observador y tenemos que tener acuerdos de libre comercio con todos los miembros de la Alianza (por ahora solo nos falta México). Mercosur estuvo estático en materia de acuerdos comerciales y corre el riesgo de quedarse fuera de los grandes acuerdos comerciales globales”, subraya Fernández Valdovinos en alusión al Tratado del Pacífico, que liberaliza el comercio en doce países del Pacífico, entre ellos EEUU y Japón, y el futuro tratado de libre comercio entre la UE y EEUU.

Fuente: Cinco Dìas (España)