Queridos compatriotas:

Me llena de orgullo anunciarles que hemos llegado al final de la primera fase de una negociación de vital importancia con nuestros hermanos brasileños, y los resultados son motivo de una enorme satisfacción.

Esta negociación representa un triunfo para Paraguay y para Brasil. Hemos logrado un acuerdo histórico que no solo beneficia a ambas naciones, sino que también genera importantes ingresos adicionales que nos permitirán llevar a cabo inversiones largamente postergadas.

La tarifa ha sido fijada en 19.28 USD por kw/mes para los años 2024, 2025 y 2026.

De esta manera, este acuerdo generará: $280.5 millones en ingresos por royalties, $650.9 millones para inversión social por año, $265,8 millones por compensación de energía y $53 millones en utilidades de capital y otros, para un total de $1.250 millones por año.

Hemos acordado asimismo mantener el acuerdo operativo vigente lo cual nos permitirá realizar importantes inversiones en nuestro sistema eléctrico para aprovechar aún más nuestra energía.

Pero, además, con este acuerdo se ha conquistado una reivindicación histórica para el Paraguay, al permitirse la venta directa de energía paraguaya al mercado brasileño, lográndose así después de más de medio siglo la tan ansiada soberanía energética.

Y lo más importante, a partir de este acuerdo damos también inicio al proceso de revisión del Anexo C, cuya definición será clave para el desarrollo del Paraguay en las próximas décadas.  Lo haremos con el mismo espíritu de patriotismo que nos ha permitido este gran logro.

Estamos en un punto de inflexión en el desarrollo de nuestro país, y el futuro se presenta lleno de oportunidades y posibilidades. Un futuro de nuevas oportunidades y posibilidades, porque invertiremos los ingresos generados en esta negociación en áreas fundamentales para el crecimiento y desarrollo de nuestro país.

Primero, invertiremos en nuestros niños y niñas. Vamos a invertir para cuidar nuestro bien más preciado, que son ellos, creando centros de promoción de la salud, alimentación y educación para todos los niños del Paraguay.

Segundo, reforzaremos la seguridad nacional y ciudadana. Vamos a realizar una inversión sin precedentes en materia de seguridad, para generar así la tranquilidad y el bienestar que todos los paraguayos nos merecemos.

Tercero, construiremos tres grandes hospitales en el interior de nuestro país, que se sumarán a los cuatro que actualmente están en proceso de construcción, para llegar así a siete grandes hospitales, completamente equipados, para brindar atención de calidad a las familias paraguayas.

Cuarto, modernizaremos nuestra infraestructura vial en el interior del país y eliminaremos el aislamiento de comunidades enteras con caminos de todo tiempo.

Quinto, invertiremos en el transporte público, saldando así una de las deudas históricas que tenemos en nuestro país para el bien de miles de paraguayos.

 

Y sexto, apostaremos fuerte a nuestra Infraestructura energética, para llegar a la ansiada soberanía energética, a través del consumo de nuestra energía mediante la industrialización del país.

Todos estos logros, trascendentales sin duda, dejan sin embargo abierto y por definir algo muy importante: el futuro mismo de la Itaipú.

En efecto, queda por resolver la negociación de un nuevo Anexo C. Hemos consensuado con las autoridades brasileñas negociar y finalizar un documento, idealmente, para fines de este año 2024.

La oportunidad de negociar un nuevo Anexo C supone un momento de gran trascendencia para nuestro país; así como el Acta de Foz de Iguazú permitió evitar un conflicto incluso bélico y sentó las bases para el aprovechamiento de los primeros 50 años de la represa, este documento marcará el futuro de la Itaipú.

Aquí necesitaremos de la visión y esfuerzo de todos los paraguayos, y como presidente seré el primero que estará abierto para escuchar y definir en consenso el mejor camino a seguir. Principalmente, debemos decidir si seguiremos siendo solo un exportador de energía, o si el Paraguay utilizará finalmente toda su energía, logrando así la tan ansiada industrialización y modernización de nuestro país.

Trabajemos juntos en estrategias de corto, mediano y largo plazo para generar nuevos usuarios –industrias nacionales y extranjeras, que tendrán un horizonte inmejorable de oportunidades en el Paraguay— consolidando nuestra soberanía energética.

A los inversores paraguayos y extranjeros, hoy les digo, el Paraguay está preparado y listo para dar un gran salto.  Vamos a utilizar nuestra energía verde y renovable, producida por Itaipú a un bajo costo, para industrializar nuestro país, generando miles de empleos para paraguayos y paraguayas e insertando a nuestro país en el sitial que merece.

Queridos compatriotas:

Celebremos hoy este acuerdo que abre las puertas a un futuro mejor para todos los paraguayos, pero pongámonos de inmediato, ahora mismo, a trabajar en esa nueva visión de Itaipú para el futuro, como generador de energía, pero sobre todo de desarrollo económico y social para nuestro país.

Creo desde lo más profundo de mi corazón en el Paraguay, creo firmemente en su pasado de gloria, y creo por sobre todo firmemente en su destino de grandeza.

Trabajando juntos, entre todos, podremos hacerlo realidad.

¡Viva el Paraguay!