Son jóvenes, padres de familia, valientes hombres y mujeres que se enfrentan a un torbellino de fuego en las alturas, humo tóxico, cansancio físico y mental, el peligro real de un derrumbe no los detiene.

El sofocante calor y otras circunstancias adversas no amilanan el espíritu combativo de los Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este, combatientes y brigadas de Itaipú Binacional y ambulancias de la Fundación TESÃI.

Ser bombero no es una profesión afirman, “es un apostolado de vida y un orgullo personal, es projimidad, es valentía y sacrificio a prueba de todo, es poner en riesgo tu propia vida para cumplir con el juramento de salvar a otros”, nos dice con la cara sucia, casco en mano, sudoroso y con visibles signos de cansancio, el Ing. Cristian Marín, coordinador de los Bomberos de la ITAIPU Binacional.

Solidaridad Internacional

A 60 horas del siniestro del edificio en CDE, más compañías de Bomberos de Foz de Yguazú, (BRA) y Puerto Yguazú (ARG) se unieron al sobrehumano esfuerzo de sofocar las llamas, que amenazan colapsar el edificio.

Ayuda de la gente

El apoyo de la ciudadanía y empresas privadas es constante, haciendo llegar botellas de agua mineral, jugos, frutas, alimentos no perecederos, leche y productos lácteos, entre otros.

La ITAIPU Binacional por instrucción del director general paraguayo Ing. Justo Zacarias Irún procedió al envío de sus recursos humanos preparados y capacitados en siniestros y tareas de evacuación y rescate. Además de carros de bomberos y brigadas de expertos para la recarga de cilindros y otros insumos para apoyar los trabajos.

“Desde el lunes estamos los bomberos de ITAIPU, subir y bajar es desgastante, el combate al incendio es una lucha sin cuartel, somos muy prudentes, el miedo es parte de nuestro servicio. Estamos ayudando para la recarga de los cilindros que utilizan en sus mochilas para poder respirar”, sostuvo Lucero Aquino, combatiente del Cuartel de Bomberos.

Son parte del rostro humano de un siniestro cuyo episodio continúa.