Para poner fin a la guerra en Ucrania, los Estados Unidos avanzan en conversaciones de paz con Moscú, mientras Europa se mantiene al margen, pese a las advertencias de Donald Trump. “Detengan la injerencia estadounidense”, fue la respuesta oficial del Viejo Continente. “No nos doblegaremos ante los tecno-oligarcas”, dijo el presidente del Consejo Europeo, António Costa, luego de anunciar la aprobación de un plan de defensa a Ucrania que daría continuidad al conflicto bélico.
Europa eligió la sede del Instituto Jacques Delors, en París, fundado por uno de los grandes símbolos de la integración europea, para responder a la ofensiva de Estados Unidos bajo Donald Trump. Y lo hizo a través del líder europeo, António Costa, la figura que no encarna el brazo ejecutivo de la Unión, sino de los Estados miembros en su conjunto.
“No podemos aceptar interferencias de Estados Unidos; un aliado respeta la política interna de su socio”, afirmó con firmeza el ex primer ministro portugués, manifestando claramente su preocupación por la convergencia entre Moscú y la nueva estrategia de seguridad nacional estadounidense.
Costa, según el esquema habitual de actuación en la cúpula de la UE, es un negociador paciente, europeísta, acostumbrado a mantener abiertos los canales con todos. La tibia respuesta dada el sábado en Doha por la Alta Representante Kaja Kallas no había generado reacción alguna en Estados Unidos. No apareció ninguna señal de distensión. Por el contrario, desde figuras cercanas al presidente estadounidense —como su hijo Donald Jr. y Elon Musk— llegaron ataques aún más duros.
“Estados Unidos no puede reemplazar a Europa en nuestra visión sobre la libertad de expresión. Nuestra historia demuestra que no existe libertad de expresión sin libertad de información, que exige pluralismo. No hay libertad de expresión si la libertad de información se sacrifica para proteger a los tecno-oligarcas estadounidenses”, respondió Costa.
Poco después, la Comisión también quiso replicar a las invectivas de Musk, quien llegó a calificar a la UE como “el Cuarto Reich”, apelando al sarcasmo. “Hasta las declaraciones más disparatadas forman parte de la libertad de expresión”, sostuvo la portavoz Paula Pinho.
Pero no se trata solo de un cruce retórico, y en Bruselas lo saben. En el frente ucraniano, por ejemplo, Estados Unidos y la UE mantienen visiones distintas. Moscú, observador interesado, no pierde oportunidad de subrayar su cercanía al plan negociador de Trump.
“El equipo de Biden manejó completamente a Bruselas, empujando a la Unión Europea en la dirección equivocada. Ahora, de repente, los burócratas europeos ´no quieren interferencias de Estados Unidos´, bajo Papá Trump. Pero es hora de escuchar a Papá y salvar a Europa”, escribió en X Kirill Dmitriev, uno de los principales negociadores del Kremlin sobre Ucrania.
El riesgo de quedar atrapada en una peligrosa pinza nunca ha sido tan alto para la UE. Por eso, más allá de las palabras de Costa, Bruselas está articulando su respuesta mediante medidas concretas. Una de ellas fue la aprobación en el Consejo Europeo del programa EDIP, el instrumento destinado a reforzar la preparación de defensa del bloque. El programa prevé 1.500 millones de euros en subvenciones para el período 2025-2027, de los cuales 300 millones se destinarán a un mecanismo de apoyo a Ucrania.
En el marco de EDIP, la UE financiará compras conjuntas realizadas por al menos tres países, acciones de interés industrial y proyectos europeos de defensa común. “La defensa de Europa es responsabilidad nuestra”, enfatizó Ursula von der Leyen. “Además de ser la solución más viable financieramente y políticamente realista, cumple con el principio fundamental del derecho de Ucrania a una indemnización por los daños causados por la agresión”, añadieron los líderes europeos.
“Las relaciones con EEUU son sólidas”
El ministro de Relaciones Exteriores italianos, Antonio Tajani, asegura que “las relaciones con Estados Unidos son sólidas desde todos los puntos de vista. Occidente no está dividido por unas cuantas declaraciones. No están en discusión las relaciones transatlánticas, debemos continuar trabajando; somos dos caras de la misma moneda”, expresó.
Por otra parte, los líderes de la Unión Europea insisten en mantener su postura: “La soberanía de Kiev debe respetarse”, argumentan, manteniendo un firme apoyo a Ucrania. “Nuestras propuestas de financiación están sobre la mesa. El objetivo es una Ucrania fuerte, tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones”.
“La seguridad de Ucrania debe garantizarse, a largo plazo, como primera línea de defensa de nuestra Unión”, fue el mensaje de los líderes de la Unión Europea, Ursula von der Leyen y Antonio Costa, tras su reunión en Bruselas con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Hay quienes sostienen que el conflicto entre la UE y Estados Unidos tiene uno de sus focos principales en la cuestión de las Big Tech. La multa impuesta a X —aunque de solo 120 millones de euros— habría desatado la furia de Musk, quien apuesta a aprovechar las divisiones internas tanto entre los 27 como dentro de la Comisión respecto a la postura a seguir en materia de regulación digital.
Lo cierto es que el choque entre Estados Unidos y la Unión Europea amenaza con tener consecuencias políticas profundas, incluso dentro del Parlamento Europeo.
Fuente: @ansa.it