El sector inmobiliario en Paraguay experimenta un crecimiento destacado que está transformando no solo el paisaje urbano, sino también el mercado laboral del país. La expansión de obras privadas, edificios corporativos y proyectos residenciales en Asunción y ciudades intermedias está generando una significativa cadena de contratación que va más allá de la construcción tradicional.
Según gremios y agentes del mercado, este repunte inmobiliario está relacionado con la estabilidad macroeconómica, el acceso al crédito, la entrada de capital extranjero y el aumento de la demanda de vivienda en zonas urbanas. Esto convierte al sector en uno de los más dinámicos durante 2025.
El crecimiento directo en el empleo se observa principalmente en áreas como albañilería, electricidad, plomería, carpintería y operación de maquinaria pesada. Cada proyecto residencial, como torres y complejos habitacionales, emplea entre 150 y 300 trabajadores en promedio, generando oportunidades para quienes estuvieron afectados por la desaceleración económica de años anteriores.
Además, la formalización del trabajo ha aumentado, permitiendo que más trabajadores accedan a la seguridad social y mejores condiciones laborales.
El impacto laboral alcanza también a sectores vinculados, como:
-
Industria de materiales de construcción: cementeras, cerámicas, metalúrgicas y carpinterías.
-
Servicios profesionales: arquitectos, ingenieros, topógrafos, diseñadores, abogados y escribanos.
-
Comercialización y logística: proveedores, transporte de materiales y maquinaria.
-
Economía urbana post-inauguración: mantenimiento, seguridad, limpieza y administración de edificios.
La actividad inmobiliaria se extiende más allá de Asunción, con ciudades como Encarnación, Ciudad del Este, San Lorenzo, Lambaré y Mariano Roque Alonso aumentando su dinamismo. Esta descentralización genera empleos locales, reduce la migración interna y fortalece las economías municipales.
Los analistas sostienen que mientras la estabilidad económica continúe, el sector inmobiliario seguirá siendo un motor importante de empleo y desarrollo en Paraguay. Para los trabajadores, representa oportunidades de empleo formal, capacitación y estabilidad, y para el país, un signo claro de crecimiento económico sostenido.