Un enjambre de drones rusos violó el espacio aéreo de Varsovia, en lo que muchos líderes occidentales consideran un ataque «deliberado» por parte de Rusia -y no un error, como ha ocurrido en el pasado. El hecho provocó la intervención de varios países de Europa, que advierten sobre la posibilidad de un enfrentamiento a gran escala. «Defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN», advirtió Mark Rutte, secretario general de la organización.
Una noche de alta tensión sin precedentes fue la que vivió Polonia desde el martes por la noche hasta el amanecer del día siguiente. El hecho fue calificado de una “acción deliberada”, por la OTAN, pero Rusia lo niega. “Las pruebas de la Defensa rusa desmontan los mitos de Varsovia”, apunta la Cancillería, asegurando que las acusaciones solo son excusas “para agravar la crisis ucraniana”.
Desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte envió un mensaje claro al presidente ruso, Vladimir Putin: “Detenga la guerra en Ucrania, detenga la escalada bélica que está afectando a civiles inocentes, y sepan que estamos listos”. En este marco, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, solicitó la activación del artículo 4 de la OTAN, un mecanismo de consulta entre los países miembros ante amenazas a alguna de las partes.
La condena de los socios por la «violación inaceptable» fue unánime, y la respuesta de la Alianza no se hizo esperar: en apoyo a la defensa polaca y sus F-16, la OTAN también desplegó en vuelo los F-35 neerlandeses, un avión de vigilancia Awacs italiano y puso en estado de «máxima alerta» a los sistemas Patriot alemanes, que detectaron los drones rusos sin necesidad de derribarlos.
El artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, al que apela el primer ministro de Polonia, establece que las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada. En ese caso, las partes podrían considerar el ataque como “un ataque dirigido contra todas ellas”, lo que conllevaría a una escala mayor del conflicto.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ya mantuvo una reunión con varios líderes de países socios de la OTAN, como el francés, Emmanuel Macron, el británico, Keir Starmer, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el mandatario de Polonia, Donald Tusk.
«Hubo 19 violaciones» del espacio aéreo, informó Tusk de inmediato, y que al menos 3 drones fueron derribados. Con el paso de las horas y la ayuda de 12.000 agentes, el ministerio del Interior de Varsovia informó haber encontrado restos de 15 drones, principalmente en el voivodato de Lublin, al este de Polonia.
Una casa y un auto resultaron dañados, pero no se reportaron víctimas ni heridos. En forma preventiva, el aeropuerto de Varsovia permaneció cerrado durante gran parte de la noche y actualmente presenta restricciones. Se espera que en las próximas horas se cierren las fronteras con Bielorrusia, coincidiendo con el inicio de las grandes maniobras militares conjuntas con Rusia, denominadas Zapad-2025.
Desde Ucrania, el presidente Volodymyr Zelensky confirmó que el ataque «no fue casualidad» y que «al menos 8 Shahed ruso-iraníes se dirigieron hacia Polonia», durante la noche. También advirtió sobre «un precedente peligroso para Europa». Y Estados Unidos, a través de su embajador ante la OTAN, Matthew Witaker, aseguró que está «al lado de los aliados de la OTAN frente a estas violaciones del espacio aéreo» y reafirmó su compromiso de «defender cada centímetro del territorio» de la Alianza.
Por el momento, el Kremlin sigue negando las acusaciones: «Nos acusan de provocaciones todos los días». El Ministerio de Defensa ruso acusó a Varsovia de querer «incrementar la escalada», y afirmó que los drones en cuestión no superan un alcance de 700 km, implicando que habrían partido desde la vecina Ucrania.
Fuente: @ansa.it y @sputnik