En el marco de la campaña de producción de papa 2025, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) refuerza su apuesta por este rubro de alto valor económico mediante una estrategia de zonificación que abarca las regiones Norte, Centro y Sur del país, con el objetivo de ampliar la producción nacional y reducir la fuerte dependencia del mercado externo.
Actualmente, Paraguay logra cubrir apenas cerca de 55 días de su demanda interna de papa, lo que obliga a importar el producto durante gran parte del año. Esta situación genera un impacto económico significativo en la balanza comercial y limita las oportunidades de crecimiento para los productores locales.
Estos y otros datos de interés sobre el rubro fueron compartidos esta mañana por el Ing. Agr. Diego Garcete, coordinador de Gestiones de Producción de los rubros cebolla y papa del MAG, durante una charla ofrecida en el stand institucional de la Expo Paraguay 2025.
Para revertir esta situación, el MAG, a través de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), trabaja con unos 2.800 productores de 14 departamentos, distribuyendo semillas certificadas de alta calidad que ya representan el 90 % de la producción nacional. La meta es alcanzar 580 hectáreas cultivadas en el año, aumentando la oferta local por al menos 70 días en el calendario comercial.
El plan contempla también una producción tempranera, actualmente en fase piloto en 5 hectáreas, con el objetivo de extender la presencia del producto nacional desde julio hasta noviembre, periodo tradicionalmente dominado por la importación.
Además del acceso a semillas, los productores reciben acompañamiento técnico en prácticas agronómicas como el manejo integrado de plagas, fertilización balanceada y rotación de cultivos, lo que contribuye a mejorar la calidad del tubérculo y la eficiencia poscosecha.
En cuanto a la comercialización, el MAG impulsa modelos organizativos que conectan a los agricultores con centros de acopio comunitarios, fortaleciendo la venta directa y mejorando la capacidad de negociación de precios.
Con esta estrategia, el Gobierno del Paraguay busca no solo sustituir importaciones, sino también dinamizar las economías rurales, generar empleo y aumentar la competitividad de la agricultura familiar paraguaya.