El presidente de la República, Santiago Peña, participó este martes en el emotivo acto de entrega de la obra de infraestructura del Santuario de la Virgen del Paso de Itapé a la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo, en el distrito de Itapé, departamento de Guairá.
Profundamente conmovido, el mandatario compartió un anhelo cumplido de la comunidad. “Realmente emocionado esta mañana de venir a compartir con ustedes, y principalmente ver un anhelo, un sueño de tanto tiempo, y para mí un compromiso que habíamos asumido con César hace ya bastante tiempo”, expresó Peña, destacando que “El Guairá se merece tener el nombre de la República”.
Peña elogió la riqueza del departamento, no solo en recursos naturales, sino en su gente trabajadora y de fe inquebrantable. Recordó un encuentro en Oslo, Noruega, con la guaireña Lucía Benítez Martínez, quien le entregó un rosario para el santuario. En un gesto simbólico, el presidente lo entregó al padre Rodolfo: “Yo la semana que viene voy a estar participando en la inauguración de la capilla de la Virgen de Itapé. Y con tu permiso voy a llevarle esto al cura párroco”.
Descentralización
El jefe de Estado subrayó el modelo de descentralización impulsado desde el inicio de su gestión junto al vicepresidente Pedro Alliana. “Ese sistema unitario, pero descentralizado, no era posible sin autoridades que entiendan que la fortaleza del Paraguay está en cada una de sus regiones”, afirmó, reconociendo los avances en caminos, asfaltos, educación y salud gracias a las herramientas entregadas a gobernadores como Sosa, reelecto presidente del Consejo de Gobernadores a nivel nacional.
Peña llamó a la unidad por encima de las divisiones políticas: “La albirroja nos une, la fe nos une. Este es el momento que no busquemos aquello que nos divide, busquemos aquello que nos une”. Insistió en que el éxito del Guairá es el del país entero y comparó el progreso con una carreta que avanza solo si todos empujan juntos: “La autoridad va a ser siempre incapaz de resolver los grandes problemas si no tiene esa asociación con su comunidad”.
La obra, financiada por el Gobierno del Paraguay, corona el esfuerzo de miles de feligreses marianos. “Esta obra no es nuestra, esta obra es de ustedes”, concluyó Peña, proyectando un Paraguay gigante que resurgirá con fe y unidad en todos sus rincones.