El ultraconservador Kast es el nuevo presidente de Chile. Se impuso en la segunda vuelta con el 58% de los votos, frente a la candidata comunista Jeannette Jara. La migración y la seguridad han empujado al país nuevamente hacia la derecha, esta vez más radical. “La esperanza de vivir sin miedo ha triunfado”, asegura el nuevo mandatario, quien fue saludado por mandatarios de todo el mundo, incluyendo a Santiago Peña, de Paraguay.
“Esta no es una victoria personal ni de ningún partido: Chile ha ganado”, declaró el nuevo presidente electo chileno, José Antonio Kast. “Restauraremos el Estado de derecho. Restableceremos el respeto a la ley en todas las regiones”, dijo el mandatario electo, confirmando su promesa de campaña, centrada en temas de seguridad y migración.
Los votantes rechazaron un proyecto político de corte comunista basado en el estatismo y el radicalismo, priorizando en cambio la seguridad, el orden y el desarrollo. “La democracia se ha expresado de modo fuerte y claro”, dijo Kast, con quien hoy Chile se dirige a una etapa sin precedentes desde el retorno de la democracia en 1990.
Apenas seis años después de las protestas sociales de 2019 que catapultaron a Boric a la presidencia, y treinta y cinco años después del fin de la dictadura, Chile presenta hoy el regreso de uno de los más acérrimos defensores del régimen militar. Kast es, de hecho, el primer presidente democrático que votó a favor de Pinochet en el histórico plebiscito de 1988 que impidió que el dictador chileno se perpetuara en el poder.
Los votantes chilenos, preocupados por la creciente presencia de pandillas venezolanas y el aumento de la tasa de homicidios, recompensaron en gran medida su férrea estrategia contra la delincuencia y la inmigración ilegal de Kast, quien asciende a la presidencia a los 59 años y en su tercer intento de asumir el cargo en el Palacio de La Moneda.
Durante el último debate televisado, el líder republicano prometió cerrar las fronteras y dio a los residentes ilegales 92 días para salir del país, el tiempo exacto entre la segunda vuelta electoral –balotaje– y su investidura el 11 de marzo. Sus palabras desataron inmediatamente una crisis en la frontera norte con Perú, donde cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, acudieron en masa a buscar refugio en el país vecino.
La crisis de seguridad —pese a que Chile aún se encuentra entre los países más seguros de Latinoamérica— también afectó la campaña del candidato de izquierda. En un intento por reducir la diferencia en las encuestas, Jara se había visto obligada en las últimas semanas a endurecer su discurso sobre la lucha contra la delincuencia, dejando de lado parcialmente sus promesas de acelerar el crecimiento económico y reducir la desigualdad.
Tras emitir su voto, Kast aseguró el domingo que, de ganar, sería «el presidente de todos los chilenos, independientemente de las diferencias políticas», mientras que Jara, en un último intento por recuperar votos, se distanció del presidente saliente y de su aliado, Gabriel Boric.
“Solo puedo responder por mi labor como Ministra de Trabajo”, declaró en rueda de prensa al ser solicitada para hacer balance del gobierno actual. “Puedo hablar de la reforma de la seguridad social, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, la recuperación del empleo con 580.000 puestos de trabajo y el aumento del salario mínimo”, añadió.
Los mandatarios que celebran
El presidente argentino, Javier Milei, expresó su satisfacción por la victoria de Kast. «¡Estoy muy feliz por la contundente victoria de mi amigo en las elecciones presidenciales chilenas!», escribió el líder ultraliberal en X. Milei enfatizó que la victoria de Kast representa «un paso más en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada en nuestra región». También expresó su confianza en que ambos partidos trabajarán para asegurar que América Latina se libere «del yugo opresivo del socialismo del siglo XXI».
La victoria de Kast también generó una respuesta significativa de otros líderes regionales. Desde Paraguay, el presidente Santiago Peña dijo: “Confío en que vamos a trabajar juntos para fortalecer aún más la amistad y cooperación entre nuestros países”. Desde Bolivia, el recién elegido presidente Rodrigo Paz interpretó la victoria de Kast como «una victoria de los valores que compartimos y un mensaje claro de la ciudadanía en defensa de la familia, la seguridad ciudadana y la economía libre».
Desde Europa, la primera ministra Giorgia Meloni expresó en redes sociales: “Felicito a mi amigo José Antonio Kast. Italia y Chile son países amigos, y estoy segura de que nuestras relaciones bilaterales se fortalecerán aún más, empezando por temas como la cooperación económica y la lucha contra la inmigración ilegal”, declaró.
Por su parte, el líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal, escribió: “Felicito a mi querido amigo y aliado Kast por su contundente victoria, y al pueblo chileno por haber elegido, con una decisión clara y contundente, la verdad, la libertad y la prosperidad. José Antonio ha demostrado la fuerza, la convicción y la inteligencia de un verdadero estadista, justo lo que Chile necesita para abrir una nueva etapa de esperanza, orden y futuro”, aseguró el presidente de Vox.
Fuente: @ansa.it