El Gobierno destruyó 200 kilos de droga picada, seis campamentos y seis hectáreas de plantación de marihuana, dejando más de 18 toneladas fuera de circulación, en el marco de la la sexta fase de la Operación CUT, que se inició en Concepción. Esto representa un duro golpe económico para las organizaciones criminales de la frontera, que perdieron una carga valuada en aproximadamente medio millón de dólares, afectando significativamente su capacidad de producción y abastecimiento en la zona norte del país.
La tarea fue realizada a través de la Dirección de Inteligencia de la Secretaría Nacional Antidrogas, en conjunto con el Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), específicamente con la Subárea de Pacificación N.º 1 de la FTC. Las incursiones fueron desarrolladas en zonas boscosas de la colonia Cerro Mojón, Departamento de Concepción, con el propósito de detectar, erradicar y destruir centros de producción, acopio y procesamiento de marihuana.
Durante los operativos, las patrullas conjuntas conformadas por Agentes Especiales de la SENAD y personal del CODI-FTC localizaron y eliminaron extensos cultivos ilícitos y campamentos operativos utilizados por estructuras criminales dedicadas a la producción de marihuana a gran escala.
El operativo se realizó bajo la conducción del Agente Fiscal Abg. Arnaldo Andrés Argüello, de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio Público. Las tareas de erradicación y neutralización continuarán durante los próximos días en el área de influencia de Cerro Mojón, en el marco de las acciones coordinadas entre la SENAD, el CODI y el Ministerio Público, orientadas a desarticular los enclaves logísticos de producción de drogas en el territorio nacional.
Recordemos que durante la administración anterior del Gobierno, se han decomisado solo 38 toneladas de cocaína, de acuerdo con datos oficiales de los organismos de seguridad pública. Sin embargo, en países de la región y principalmente en Europa han decomisado más de 57 toneladas del polvo blanco que salieron por fronteras terrestres y puertos paraguayos, lo cual llegó a catalogarse como un récord en exportación de drogas. Esto convirtió a Paraguay en un país de tráfico de droga por mucho tiempo, condición que el gobierno actual, del presidente Peña, ha logrado revertir.