PARAGUAY TV

Desde su lanzamiento oficial, el 5 de agosto de 2024, el programa Hambre Cero hizo realidad un objetivo difícil de alcanzar: superar las altas cifras de deserción escolar de los alumnos, especialmente en los distritos de mayores índices de pobreza. Hoy, más de un millón de niños de todo el país avanzan en su educación porque el hambre ya no es un impedimento para aprender. Su alimentación, además, impulsa la economía local y el desarrollo de las comunidades.

Hambre Cero en las Escuelas ya está considerado como el programa que mayor impacto social ha tenido en toda la historia del país, por iniciativa del gobierno de Santiago Peña. En su primera etapa abarcó a un poco más de 450.000 niños y niñas, y desde febrero de 2025 la cobertura alcanzó el 100 % de las instituciones educativas del país.

Los resultados son sorprendentes: actualmente en Paraguay se registra una alta tasa de escolarización, especialmente con adolescentes que retornaron a las aulas para completar el séptimo, octavo y noveno grados, en las zonas con mayores índices de pobreza.

“Hay un antes y un después en la educación”, afirmó el ministro de Educación, Luis Ramírez, durante la Reunión del Consejo Nacional de Alimentación Escolar (CONAE), realizado hoy en Mburuvicha Roga. “Hambre cero es una dinámica de bienestar social muy grande, una oportunidad histórica para la república del Paraguay”, agregó el titular del MEC.

“El programa forma parte del sistema de protección social más amplio. Es el mayor, que abarca la mayor cantidad de personas, pero que se complementa con otros programas que forman parte de una visión para la república del Paraguay”, dijo el presidente de la República, Santiago Peña, citando al Programa Alimentario Nutricional Integral (PANI), y Semillas del futuro, enfocado en los primeros 1.000 días de vida de las persona.

En solo un año, el Gobierno entregó 254 millones platos de comida, permitiendo a las familias ahorrar G. 350.000 mensuales por cada niño, y un total de G. 6.300.000 anuales, por dos hijos. El programa Hambre Cero provee desayuno y almuerzo a los estudiantes del turno mañana, almuerzo y merienda  en el turno tarde, y colación durante el horario nocturno.

Antes del programa Hambre Cero, solo el 5% de los estudiantes matriculados recibían alimentación escolar. Hoy llega al 100% de las instituciones educativas y al 96% de los estudiantes matriculados del sector oficial hasta el 9° Grado, en 22 distritos hasta el 3er. Curso de la educación media.

Entre los estudiantes de seis años, la implementación del programa impactó con un aumento de la tasa de retención escolar, que pasó del 77% al 94%. Entre los de 9 años, el nivel de asistencia a clases pasó de 59% a 78%, mientras que entre los de 12 años, de 40% a 57%.

“Con estos resultados se van logrando los objetivos del Gobierno del Paraguay, de reducir la pobreza estructural y otorgar bienestar a las familias”, destacó el ministro de Desarrollo Social, Tadeo Rojas. En el marco del programa se brinda atención integral a los estudiantes, de manera interinstitucional, a través de las Mesas de Protección Social en distritos determinados, con base a estudios de población.

Beneficios comunitarios

Hoy el programa Hambre Cero beneficia a un total de 7.050 instituciones educativas de los 263 distritos del país, beneficiando a 1.050.000 alumnos, que reciben alimentación escolar. La inversión anual del programa es de USD 375 millones, generando 60.000 empleados directos.

Por otra parte, los beneficios del programa tienen un efecto multiplicador en las comunidades, con impulso al trabajo en todo el país, no solo con los contratos directos de cocineras y auxiliares y personal de logística, como choferes, asistentes de provisión, entre otros.

“Se está logrando la dinamización de la economía local en todo el país, impulsando la agricultura familiar y las pequeñas y media­nas empresas. Esto ya está generando impor­tantes ingresos y circulante en las comunidades”, explica Tadeo Rojas.

En cuanto a la inversión productiva nacional, el programa logró el impulso al comercio local y rural, destinando USD 30 millones a compras de la agricultura familiar y USD 15 millones a las compras de las empresas -mipymes-, dinamizando las economías de las comunidades de todo el país.