En una nueva fase de la asistencia del Gobierno a afectados por las inundaciones y crecidas, se volverá a asistir a unas 45.000 familias del Chaco, el departamento de Ñeembucú y de la ciudad de Asunción, que continúan afectadas.

El ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Joaquín Roa, señaló que se cuenta con esta cifra de familias identificadas que precisan de asistencia en diferentes contextos, sean en asistencia para recuperar medios de vida, recuperación de infraestructura vial para dejar la situación aislada, o asistencia alimentaria, que es la que se encarga la SEN.

Desde el Gobierno se trabaja en un frente articulado con todas las instituciones del Estado para asistir a los afectados, en tanto que las instrucciones del Poder Ejecutivo son continuar con la asistencia en la medida en que sea requerida, dijo Roa este viernes en el espacio #PyEn15.

Roa señaló que desde el 15 de marzo inició una temporada de fuertes lluvias en distintos puntos del país, que en menos de un mes llegó a un promedio de 400 mm de lluvia caída.

Los sitios más afectados corresponden al departamento de Ñeembucú y el Chaco, que quedó con comunidades aisladas. Roa indicó que aunque el río se encuentra en bajada en su cuenca alta, se aguarda un pico de crecida para mediados de junio que se espera sea el último de la temporada.

En el Chaco la asistencia se centra en entrega de kits de alimentos, en muchos casos a través de un puente aéreo, para lo que se cuenta con un helicóptero de la Policía Nacional y un avión de las Fuerzas Armadas.

En Ñeembucú se tiene la situación de que las crecidas ahora están afectando a la cuenca baja del Río Paraguay, en el sur del territorio nacional, por lo que se están realizando los trabajos para reforzar el muro de contención de la ciudad de Pilar y se mantiene en monitoreo la situación en otras localidades como Villa Oliva y Alberdi.

Al ser consultado sobre la inversión del Gobierno en estas tareas de asistencia, Roa señaló que la misma orilla de Gs. 15.000 millones. A esto se suman también donaciones de entidades binacionales, del Gobierno de China-Taiwán, y del sector privado y la sociedad civil.