“En ningún momento autoricé la compra del silencio de nadie”, aseguró el presidente de Brasil en cadena nacional tras el escándalo por la grabación sobre el pago de un soborno con él como protagonista

Pese a estar acorralado por las denuncias de que avaló millonarios sobornos para comprar el silencio de eventuales delatores a la operación anticorrupción Lava Jato, el presidente de Brasil, Michel Temer, descartó esta tarde que vaya a renunciar y se defendió de las acusaciones.

«No renunciaré. Repito: sé lo que hice, sé sobre la corrección de mis actos», afirmó Temer, durante un discurso en cadena nacional desde el Palacio del Planato, en torno al cual la policía había montado un fuerte dispositivo de seguridad en las últimas horas. «En ningún momento autoricé que se pagara a nadie, no compré el silencio de nadie. Por una razón sencilla, no temo ninguna delación; no tengo nada que esconder», enfatizó y recordó las buenas señales económicas que se han logrado en los últimos meses para sacar de la peor recesión de su historia.

Durante todo el día, algunos asesores y aliados le recomendaron que dar un paso al costado sería lo mejor para el país, sobre todo luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) autorizó ayer una investigación en su contra por presunto intento de obstrucción de la Justicia. Pero el presidente se resistió a dejar el cargo, acusó a sus opositores de montar una conspiración política, y pidió al STF escuchar el audio que lo incriminaba.

La situación de Temer se volvió muy delicada luego de que anoche el diario carioca O Globo reveló que los dueños del grupo frigorífico JBS, Joesley y Wesley Batista, entregaron al STF audios y videos que prueban que en marzo dio su aval a coimas pagadas al ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para asegurarse de que no abriera la boca sobre las corruptelas dentro del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Cunha, detenido y condenado en el marco de la Lava Jato, había sido el año pasado el principal instigador del juicio político a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), por manipulación de las cuentas públicas, informa La Nacion Argentina.